Il popolo e le autorità militari venezuelane hanno ricordato, sabato 4 febbraio, i 25 anni dalla ribellione militare del 4 febbraio del 1992, guidata dal comandante Hugo Chávez.Il popolo e le autorità militari venezuelane hanno ricordato, sabato 4 febbraio, i 25 anni dalla ribellione militare del 4 febbraio del 1992, guidata dal comandante Hugo Chávez, ha informato PL.
Tra le attività per l’anniversario di quelle gesta è stata celebrata una parata militare nella Caserma della Montagna, nella Parrocchia 23 de Enero, a Caracas, guidata dal dirigente del Partido Socialista Unito del Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello.
Il governatore di Trujillo, Henry Rangel, uno dei protagonisti di quel movimento, in una dichirazione per la Venezolana de Televisión, ha detto che quel 4 febbraio è stato un patto con il futuro.
“Il 4 Febbraio non è stato una cosa improvvisata. In quell’epoca il mio paese era molto deteriorato. Stavamo cercando un sistema di governo più umano, più socialista e quella memorabile data ha permesso d’entrare in una fase con la coscienza”, ha aggiunto.
Quell’esplosione rivoluzionaria fu guidata dall’allora tenente colonnello Hugo Chávez, che con altri ufficiali si lanciò contro le politiche neoliberiste dei governi della Quarta Repubblica attraverso il piano detto Operazione Ezequiel Zamora.
Rangel ha indicato che la lotta iniziata il 4 febbraio rimane, perchè ha segnalato la rotta della Rivoluzione Bolivariana che si è consolidata con un governo che ha incluso un popolo dimenticato dall’oligarchia imperante in quell’epoca.
I dirigenti del PSUV hanno ricordato l’anniversario attraverso le reti sociali e tra loro Cabello, il primo vicepresidente del Partito, che ha reiterato la sua lealtà a Simón Bolívar, a Hugo Chávez e al popolo venezuelano.
Anche il vicepresidente esecutivo della Repubblica, Tareck El Aissami, in un messaggio nelle reti ha precisato che: “Oggi ci siamo svegliati come in quell’alba del 4F e continuiamo con il popolo ribelle a lottare per fare la nostra propria storia.
Inoltre è stato un privilegio e una benedizione aver vissuto questi tempi di giganti, i tempi di Chavez. (Traduzione GM – Granma Int.)
Si queremos entender hasta el fondo de qué se trata la construcción del ALBA y del Socialismo del –yo más bien diría “por” o “en el”- Siglo XXI, deberíamos analizar la tradición cultural legada por parte de grandes intelectuales dirigentes revolucionarios como Bolívar y Jose Martí, de las rebeliones de los indios andinos y bolivianos contra el Imperio Español. Es aquí, en el ya lejano 1800, donde nace la idea de una gran integración latinoamericana como frente común contra el imperialismo de los Estados Unidos. Martí la llamó Nuestra América, hay quien la llamaba la Grande Patria, llegando a aquella que Che Guevara bautizó como la Mayúscula América. Existe además, una gran tradición de intelectuales, dirigentes socialistas y comunistas latinoamericanos, a los que pertenece por ejempo Mariátegui, que hizo del discurso de la independencia y de la autodeterminación el pilar y el sustento de un proceso de integración latinoamericana.
El ALBA, representa la “mezcla”, la unión de estas incandescencias que inflaman los proyectos antiimperialistas en el continente latino. Obviamente, debemos tener en cuenta las condiciones objetivas en las que floreció el ALBA: Venezuela es un país de firme connotación extractiva que se administra, sobre todo, a raíz de las ganancias de la exportación petrolifera. Por otro lado, Cuba es un país de pocos recursos –excepto por las grandísimas cantidades de azucar, café y níquel- pero que durante los años de gobierno revolucionario socialista ha acrecentado un importantísimo valor en la formación de talento humano, especialmente, en el campo de la salud, de la educación, del deporte y de la investigación.
El intercambio solidario y complementario surgió de manera espontánea: Cuba puso a disposición prestaciones de servicios y asistencia técnica para mejorar las desastrosas situaciones en la Sanidad y en la instrucción venezolana, consecuencia del colonialismo y de gobiernos a servicio del imperialismo de USA; Venezuela, por su parte, contrarrestó con petróleo a precios altamente preferenciales. Este primer experimento logró que Cuba pudiera salir de la dificultad del “periodo especial” y que la ONU, pocos años después, declarara Venezuela país libre de analfabetismo. En todos los barrios de Caracas los niños y niñas comenzaron, por primera vez, a acudir de manera estable a la escuela, y a su vez, empezaron a verse centros sanitarios permanentes de médicos cubanos que otorgaron asistencia a comunidades tradicionalmente excluidas.
Durante estos años, la Alternativa se transformó en Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra America, gracias a la participación de otros países: primeramente por la Bolivia de Morales–primer presidente indigena de la historia-, seguida por el Ecuador de Correa y de la Nicaragua sandinista de Daniel Ortega.
A efectos concretos e inmediatamente visibles en los grandes resultados sociales, el eje de la cooperación que se desarrolla en el esquema del ALBA se explicaría basicamente por la transición de la teoría de ventajas comparativas, que guía el mercado capitalista internacional, a la de ventajas cooperativas que, al contrario, se basan en la complentariedad y solidaridad entre los pueblos.
Una área en la cual lo importante, no es la ley de valores en los términos de relaciones capitalistas de explotación, sino que la consolidación de valores a través de una nueva modalidad de relaciones económicas entre estados orientada a la redistribución de la renta; a la creación de espacios fuera del mercado y de empresas de naturaleza social, que conviviendo incluso con la propiedad privada, gestan las bases con el objetivo de alcanzar un proceso de socializacion de los medios de producción.
El ALBA es un proyecto estrechamento político, más incluso que económico: es una alianza para la transición al socialismo, que no se centra simplemente en el objetivo de un mercado alternativo más justo e igualitario, sino que ha como finalidad la construcción de un frente político antiimperialista y anticapitalista. En una fase de transición socialista, la nueva sociedad convive con leyes monetarias, mercantiles, la misma ley de valores... y por ende, con los paradigmas de mercado.
El punto fundamental, sin embargo, es siempre la estrategia, el horizonte último en el cual se inspira y se orienta el accionar político y económico.
Articolo di Luciano Vasapollo pubblicato su 4F, settimanale del PSUV ( Partito Socialista di Venezuela)
nuestra americaCUATRO F , Diario 4 F ,Venezuela año 2 , Num 87
DEL 21 AL 28 AGOSTO DE 2016
El legado político de Chávez
El EUROCHAVISMO
Por LUCIANO VASAPOLLO
El motivo de esta nota se debe a la explicación del por qué el “legado político” del Comandante eterno Chávez resiste a los ataques del imperialismo también en Europa.
La interlocución con el pensamiento y la acción de Chávez y el interés activo y directo por el movimiento chavista empezó de mi par- te a a rmarse de manera militante en el 1998, con la primera victoria electoral del Comandante Supremo y, después, cuando el pueblo de Caracas rodeó el Palacio Mira ores, obligando a los golpistas a batirse en retirada. Desde aquel momento, mi relación con el Comandante Chávez y también con algunos ministros del gobierno revolucionario devino un componente importante de nuestra actividad política dentro de las organizacio- nes en que soy militante, particularmente la Red de Comunistas y la Asociación Nuestra América. Un inte- rés que ha envuelto también mi actividad académica de profesor en la Universidad “Sapienza” en Roma.
Y por eso obviamente no se trata de un trabajo teórico individualista de escritorio, sino que intentamos transmitirlo a los compañeros que leen para vivir teoría y recorridos del con icto de clase, o sea en nuestro pequeño intelectual colectivo orgánico gramsciano.
No se trata, por tanto, de una emulación pura y simple del Comandante Hugo Chávez.
El concepto de eurochavismo es políticamente útil para identi car una serie de conceptos políticos e ideológicos que para nosotros, marxistas comunistas euro- peos, son una novedad, pero que están absolutamente presentes en el pensamien- to del comandante Chávez porque es pensamiento martiano y bolivariano, en el guevarismo y en Fidel que ya en Gramsci son absolutamente necesarios, irrenunciables.
Se puede entender el euro- chavismo como una nueva concepción revolucionaria para rede nir y organizar la militancia y su relación con la clase que trabaja, que estudia, que es explotada, que es marginada. Un contexto que obliga a esta nueva milita via, de análisis político y de organización política, a oponerse a los efectos de la crisis sistémica con una serie de luchas que lenta- mente constituyen nuevas realidades políticas y contrapoder. Un contexto en el que nace lo que Guevara llamaba el Hombre Nuevo y en el que Gramsci identi ca el a rmarse del intelectual orgánico de natura absolutamente colectiva de pueblo y por el pueblo.
El Comandante Supremo Chávez fue siempre contrario al sectarismo político, sobre todo cuando quien se vestía la camiseta roja del superrevolucionario lo hacía solamente para atacar, difamar y enfangar a otros militantes chavistas o sinceros revolucionarios de fe probada en Venezuela y en el mundo entero, véase en países como Italia donde la izquierda en general es profundamente corrupta y abandonó decididamente la ética de la militancia en la clase y por la clase.
Según Chávez, la lógica del protagonismo autoreferencial fuera de un contexto real organizado por el proceso revolucionario es sectarismo y es sofocante porque promueve el individualismo y el concepto de élite pseudorevolucionaria; mientras que el bolivarianismo chavista es un concepto de democracia plural revolucionaria según el cual el respeto por las ideas es un comportamiento totalmente político de clase que alimenta el respeto por la ciencia social de la democracia participativa.
En la práctica, el eurochavismo hay que entenderlo políticamente como una nueva concepción del ser revolucionario en las luchas sociales y clasistas, es una nueva forma de hacer política dentro de la nueva realidad organizativa que ya no es más utopía inalcanzable, sino que representa la realidad dinámica de nuestro presente que dentro de las problemáticas provocadas por los con ictos de clase construye el futuro con un ojo en el pasado, en el proceso real del devenir histórico